La princesa duerme su sueño de larguísima espera.
Un día, por fin, el príncipe se aproxima hacia el castillo encantado. Vislumbra una escarpada colina y se detiene. Tiene dudas sobre el camino correcto. Por suerte, pasa un arriero por ahí y el príncipe pregunta.
-Dígame, para el castillo de la princesa encantada.... ¿es éste el camino?
-Sí, éste es. En la cima de esa colina está el castillo.
-Pero... se ve muy alta. ¿Cuánto tardaré en subir? ¿A qué altura está el castillo?
-Y... el castillo estará a unos cien metros por encima de nuestras cabezas. Pero el camino es ameno. Si se apresura, tardará una media hora.
La princesa espera y espera. Pero el príncipe no llega nunca. Pobre princesa, no sabe que se ha topado con otro príncipe que nunca iría en busca de una mujer que esté muy por encima de su cabeza.
4 comentarios:
Los desafíos son para algunos pocos. Ella lo entendera.
Comentario al margen, Lucila, si tenes un tiempo mira www.ficcionenradio.blogspot.com
Saludos!
Hola Lucila,
simplemente: GENIAL!
Un abrazo, Marcela.
GENIAL LO QE ESCRIBIS, no para de gustarmee, ya lei 3 veces todo el blog!
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