¿Vieja, yo?
No estoy vieja.
No porque se me hayan caído encima
unos tantos años
aplastándome algunas osadías
y un par de ansiedades.
No por desandar mis errores
en los parajes de los recuerdos
o por ver a los jóvenes
mirarme tras el espejo reluciente
de sus pieles tersas.
No estoy vieja.
Si hasta compré un resorte
para cada pedazo de mi cuerpo
y un recipiente descartable
para todas las lágrimas.
Si hasta las canas nuevas
me crecen con tintura.
Y cada día que se apaga
me saluda con la cara de la Muerte
pero yéndose cada vez
más lejos.
4 comentarios:
Hola Lu, me encantó!
Y ese humor tan especial...
Te envío un abrazo.
Sí, Lucila, hermoso y duro el poema.
No estás vieja.
Un abrazo.
No te conozco, sé solamente que caminamos por las mismas calles ¡¡pero qué lindo poema!!
hermoso poema lleno de contradicciones, como la vida. Me gusta como expresa ese sentido de querer engaña
rnos ante la realidad.
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