Alcancé la plata al recepcionista. Dejé la valija grande en la sala de espera. Dejé mi nombre y mis datos completos asentados en el registro de visitantes.
Cuando llegué a aquella habitación, no tenía dinero, ni equipaje... ni sabía cómo me llamaba.
Cuando llegué a aquella habitación, no tenía dinero, ni equipaje... ni sabía cómo me llamaba.
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