26 diciembre 2016

Subte

La gente sale del subte como un puñado de bolillas descoloridas, que se desparramó al chocar contra el piso la caja que las encerraba. 
Se parecen al ganado bovino buscando su lugar en la fila de acceso al matadero.
La gran diferencia entre la gente y las vacas es que los animales no saben que los van a matar. La gente, sí. Por eso la mirada triste, siempre hacia abajo. Por eso el apuro.   

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