03 enero 2009

El Dinosaurio de regreso

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí. Quién sabe cuánto tiempo más se quedaría...
No le importó estar descalzo y en pijamas. Tampoco le dio importancia a un eventual castigo de su madre. Saltó de la cama y salió corriendo a abrazar, una vez más, al simpático Barney.

4 comentarios:

MIRIAM dijo...

Qué este año tampoco nos importe nada y la pasemos abrazando a nuestro dinosaurio. Te dejo besos y caramelos.

M

Mayte Sánchez Sempere dijo...

Disculpa la intromisión... me ha hecho gracia este modo tuyo de continuar el famoso relato de Monterroso. Aunque, lo siento, sigo prefiriendo el original.

Un saludo,
Mayte

Lucila Lastero dijo...

Entrométase nomás que para eso estamos... Bienvenida!
Y claro que hay que preferir el cuento original! éste fue solo para divertirme un rato con la inclusión en un relato de uno de los "juguetes infantiles posmodernos" de estos tiempos...
Saludos

Matías Orta dijo...

jajaja, buenísima la vuelta de tuerca al clásico y corto cuento.

Que sigas bien.

M